Esta es la historia de José, inmigrante mexicano. Llegó a España, tierra de oportunidades, creía él. Con políticos ineptos pero democráticos. Creyó él. Y se encontró que, ya desde las altas esferas le van a utilizar a él y los suyos como juguetes de usar y tirar. Ven a mi mitin, les dijo Rajoy a José y a noventa y nueve inmigrantes más, de latinoamérica, Africa y Rumanía. A cambio te juro por Aznar que tendrás trabajo en el campo.
Les pusieron un autobús y allá que los llevaron, cien personas para hacer bulto y dar la imagen ante las cámaras de que el PP es apoyado por gente de diversas etnias. Precioso. Claro que cuando se fueron las cámaras y pasaron varios días, el que les organizó el viaje ante las protestas de los susodichos esclavos (porque a las cosas por su nombre) pues eso, que el intermediario les dijo que nones, que ya no hay curro. Seguro que ese tipo el mediador quedó muy bien con algún político cercano a Rajoy y tendrá su premio por llevarles a los ingenuos. Los cien inmigrantes por su parte han aprendido por las malas como es la política en España, ni trabajar en el campo por hacer quedar bien al líder de la oposición les dejan.
Allí está José ahora, en una plaza de Valencia hojeando un periódico. Y me pregunto si está buscando trabajo o intentando contactar con el equipo A.
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